Sí. Desde hace más
de 20 años, dos visitantes indeseados han hecho de los canales de Xochimilco su
hogar. La tilapia africana y la carpa asiática fueron introducidas para su pesca.
Pero decidieron tomar venganza: cientos de miles de ejemplares degradan el
milenario ecosistema al comer las raíces de los ahuejotes, árboles endémicos
que dan firmeza a la chinampa, además de desplazar a las especies endémicas. De acuerdo con el
Instituto de Biología de la
UNAM, estos peces hoy representan el 98% de todo lo existente
dentro del lago de Xochimilco.
Las especies nativas son el 2% restante. Una víctima de
estos vándalos acuáticos es el ajolote, en peligro de extinción, pues los extranjeros
devoran sus huevos y compiten por la comida.
UN DATO: Aunque tilapias y carpas
fueron introducidas para desarrollar una industria pesquera, la contaminación
de las aguas de Xochimilco hace imposible su consumo. Tampoco pueden usarse
como fertilizante pues están llenas de metales pesados.
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